El consejo de NISHISAN de hoy tratan el tema «APLICACIÓN DEL CO2 PARA LA LIMPIEZA DE LOS BOBINAS EN LAS MÁQUINAS ROTATIVAS», donde presentamos el principio del método y el cuidado en su aplicación. Lea el consejo y vea la demostración y, si tiene alguna duda, póngase en contacto con nuestro equipo.

La humedad y la suciedad en los devanados del estator o del rotor disminuyen la resistencia del aislamiento al reducir la resistividad de la superficie. El funcionamiento de una máquina en estas condiciones puede acelerar el envejecimiento del aislante e incluso provocar la rotura del equipo.

Una técnica de limpieza utilizada en el mercado, además de la tradicional con disolvente eléctrico, es la aplicación de CO2 en el sistema de aislamiento. Esta limpieza consiste en el chorreado de CO2 en estado sólido, mediante equipos adecuados, donde se debe controlar la energía cinética, el choque térmico y la energía termocinética (efecto de sublimación) para eliminar la suciedad sin afectar al material aislante. El conocimiento del material aislante es fundamental para determinar los parámetros de la forma de aplicación y evitar daños en el material a limpiar.

El principio se basa en lanzar un chorro de hielo a alta presión y velocidad que, al chocar con la superficie a limpiar, provoca dos fenómenos a) enfriamiento del conjunto suciedad + sustrato (base o superficie a limpiar), que por el gradiente de temperatura, provoca instantáneamente grietas que se convierten en puntos débiles en la masa de contaminantes del equipo a limpiar; b) paralelamente, las moléculas de hielo chocan con la superficie y se produce su sublimación (pasan del estado sólido directamente al gaseoso), con lo que las moléculas expanden su volumen aproximadamente 800 veces, de forma instantánea. De forma coloquial, podemos decir que se producen millones de microexplosiones que hacen que la «masa sucia» sea arrancada de la superficie desde dentro hacia fuera, por desprendimiento. Dado que la superficie de la suciedad o del contaminante no está cohesionada (se «agrieta» por el enfriamiento instantáneo), la capa de material a limpiar se elimina con una eficacia impresionante.

Este procedimiento no debe confundirse con una simple técnica de «lavado» a máquina, sino con un proceso de recuperación del sistema de aislamiento de la suciedad y la humedad. El técnico que opera el sistema no es un simple «lavador», sino un especialista en máquinas eléctricas que conoce el bobinado y el sistema de aislamiento y evalúa su estado de degradación, evitando así resultados indeseables. También alertamos de que los tipos de suciedad son determinantes para la eficacia del resultado y también para la elección del método de intervención: tradicional con disolvente o con hielo seco.