El motor cuando está en marcha, debido al desequilibrio magnético causado por la asimetría, induce tensión y corriente en el eje que puede generar corriente circulando por los rodamientos. Estas corrientes son perjudiciales para la vida de los rodamientos.

Este fenómeno, la tensión/corriente inducida en el eje, se agravó con la llegada de los convertidores de frecuencia PWM, ya que los motores comenzaron a ser alimentados por formas de onda desequilibradas y con componentes de alta frecuencia.

La causa principal de las corrientes que circulan por los rodamientos del motor accionado por el convertidor estático son las tensiones de modo común. Las impedancias capacitivas se vuelven bajas a las altas frecuencias producidas por el convertidor, lo que hace que la corriente fluya a través del camino formado por el rotor, el eje y el cojinete hacia tierra.

Estas descargas desgastan las bolas y la pista del cojinete o el metal de la patente en el cojinete de deslizamiento, dando lugar a pequeños agujeros, que comienzan a superponerse y, si hay corrientes de descarga durante mucho tiempo, se formarán surcos (cráteres). La erosión conduce a la reducción de la vida útil de los rodamientos y puede provocar el fallo de la máquina.

Para eliminar las corrientes circulantes, basta con aislar los rodamientos del motor. En cuanto a los componentes de origen capacitivo, sería necesario aislar también los rodamientos de la máquina accionada para evitar la migración de cargas eléctricas del motor al rotor de la máquina accionada a través de los ejes conectados eléctricamente en los casos de acoplamientos no aislados. Otro medio para eliminar el componente capacitivo es cortocircuitar el rotor del motor instalando una escobilla de grafito en contacto con el eje.

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