El motor de inducción de jaula de ardilla tiene su devanado compuesto por barras que están soldadas en sus extremos por un anillo de cortocircuito. Estas barras pueden tener diversas formas variando las dimensiones y la sección del perfil de la barra. Esta gama de combinaciones permite un amplio control de los parámetros eléctricos del motor como el conjugado máximo, el conjugado de arranque, la eficiencia, el factor de potencia, la corriente de arranque, entre otros.

Este devanado se comporta como el secundario de un transformador en cortocircuito, funcionando con altas intensidades de corriente, especialmente en el arranque.

Normalmente los problemas que se producen en estos devanados están relacionados con grietas o roturas de estas barras debido a los elevados esfuerzos que se requieren. Las fuerzas electromagnéticas, las altas corrientes, las dilataciones térmicas y las fuerzas centrífugas son los principales componentes que contribuyen a «estresar» y generar fallos. Cuando este devanado presenta un problema, el motor pierde par y conjugado y también se produce una disminución del factor de potencia y el motor empieza a consumir más potencia reactiva.

Cabe recordar que en los motores más pequeños, el bobinado de la jaula suele ser de aluminio inyectado y los daños en este bobinado dificultan su reparación.

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