En el caso de las máquinas eléctricas, el mantenimiento preventivo es una práctica habitual y el mercado suele utilizar la palabra rejuvenecimiento cuando se solicita este servicio, lo que puede dar una connotación errónea si se mira literalmente

Rejuvenecimiento: acto o efecto de rejuvenecer, hacer más joven…

En el mantenimiento no tenemos forma de hacer que la máquina sea «más joven». Un sistema de aislamiento, un sistema de rodamiento u otros no se rejuvenecen tras una intervención de esta naturaleza. Sólo podemos rejuvenecerlo tras un completo mantenimiento correctivo. Al sustituir las bobinas, los rodamientos y otros elementos por otros nuevos, estaremos recuperando la vida útil de estos componentes.

Consideramos el mantenimiento preventivo, que preferimos llamar Revisión (acto o efecto de revisar o repasar; inspección para corregir o prevenir fallos…), como extremadamente importante para buscar la mejor fiabilidad operativa del mismo. Con la mejora de las técnicas predictivas es cada vez más frecuente la intervención preventiva como complemento a las indicaciones y tendencias evaluadas en la intervención predictiva.

En este trabajo, es imprescindible el «ojo avizor» del técnico para ver, inspeccionar, probar y evaluar sistémicamente los componentes. Detectar la posible pérdida de vidas y también intervenir en los puntos que puedan estar acelerando el envejecimiento.

Las inspecciones del sistema de refrigeración, del sistema de aislamiento, del sistema de amarre de los bobinados, de las descargas de corona y parciales, de las cuñas y de los rodamientos han evitado pérdidas tempranas e inesperadas al ser detectadas y corregidas. Pero como ya hemos dicho, no hay manera de «rejuvenecer» si ya están envejecidos.

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